La conmoción en las ruinas de Saiko, en busca de Neil

Un exiliado, un rebelde, un delicuente todos esos terminos le aplicaban al leal guerrero que se vio forzado a traicionar su aldea. dejando a un lado su honor, su amor y su patria, caminaba por los frios senderos sin vida acompañado de la fria soledad que sentia en la espalda por las noches cuyo cobijo era simplemente la esperanza de poder encontrar algo de comida al dia siguiente y no morir. - Cada vez falta menos...Nina -Susurraba la quimera mientras caminaba al borde del desmayo por la fria tierra que parecia descomponerse a su derecha y estar destrozada a la izquierda, claramente era una bifurcacion que marcaria de gran manera su destino en caso de equivocarse.

- Saiko... -sus ojos se pusieron rojos mientras avanzaba hacia la izquierda como recordaba de las indicaciones del anciano, su forma de quimera estaba despertando y Fuji se sintio extasiado al ver un cantero de rocas en otras palabras, alimento. Corrió sin dudar dos veces hacia ese cantero, como si no hubiese un mañana empezo a comer cada roca por pequeña o grande que fuese, ya que, probablemente, para el no hubiese un mañana sin esa situacion. - Que raro...¿mineros? lo mejor sera seguir avanzando -Con energia nuevamente en su cuerpo, la quimera se transformo en un aguila y surcó los cielos ferozmente pasando a traves de ciertos montes en aquella noche de luna llena que se teñia de rojizos colores por la cantidad de minerales en la zona.

- Sa-sa-sa-saiko -cantaba una y otra vez, para borrar esos sentimientos de preocupacion de su mente, para borrar esa sensacion de preocupacion que desconocia totalmente, para volver a sentirse libre y despreocupado como si el mundo fuese suyo. en ultimas instancias ese era su deseo, un mundo donde su esposa y el pudiesen ser felices sin guerras, diversidad de raza o conflictos sociales de ninguna clase. " ¿Es tanto pedir una utopia?" -Pensaba al bajar lentamente vuelo hacia lo que parecian ser unas ruinas, donde parecia haber antiguamente cierta ciudad inclusive mayor que Akihara con cierta edificacion que llamo particularmente su atencion. Un castillo destruido.

Nuevamente en su forma de humano, se sento en el suelo para sentir la fresca brisa nocturna que recorria las devastadas calles de esa ciudad. - Siento que el viento relata las penas de las almas masacradas en este pueblo, siento que las historias tragicas manchan a la historia con sangre y nunca deben ser olvidadas -Pensativo susurro, poniendose de pie para dirigirse con una sonrisa despreocupada hacia el castillo en ruinas, moviendo los escombros con su descomunal fuerza para abrirse paso sin problemas hasta finalmente remover las puertas sin causar ningun tipo de conmosion. - ¡Un paso hacia adelante, cuento hasta dos, tres segundos espero y cuatro a alguien quiero ver! -gritó con su tipico tono infantil, tecnicament cantando de manera provocatica a quien fuese el residente del castillo en ruinas.

Ni un paso mas pelirojo. que es lo que quieres en saiko?
el guardia personal de neil protegiendo el lugar.

- Es un verdadero placer, mi nombre es Fuji Raikomaru y soy un criminal de Akihara, no tengo honor alguno y fui mandado a Saiko por un antiguo anciano que fue atrapado tras la masacre...el me dijo que los ayudase y solicito hablar con Neil, mis cabellos brillan intensamente como mi voluntad asi que si no me dejas pasar tendre que pasar sobre usted -menciono todo con una amistosa sonrisa, parado en el lugar sin moverse como habia ordenado el hombre que custodiaba el castillo.

un criminal de akihara? crees que dejare que un criminal desertor vea al lider de los rebeldes? estas equivocado. no veo otra solucion que pelear. hace tiempo que no demuestro mis habilidades en combate. tendras el honor de morir por mi lanza.

El general de los rebeldes dio un salto tan grande al cielo que apenas se veia un punto en el cielo. venia cayendo a una velocidad increible y desprendia mucho mosoul de su lanza.

DRAGON EDGE! grito el general a pocos metros de caer arriba del pelirojo.

- ¡Honto Gomenasai! ¡Kasoku! -El pelirrojo sumamente disgustado por tener que pelear, activo su habilidad, que le permitia reducir la velocidad de todo lo que estuviese en un area cercano justo antes de recibir el ataque. tecnicamente dejando suspendido en el aire al general que estaba por atravesarlo con su lanza, rapidamente tomo su lanza y lo golpeo con su fuerza sobrehumana contra el suelo repetidas veces, lanzandolo contra una pared al terminar de herirlo pero desarmandolo. - ¡Quiero evitar que corra mas sangre!

de tras del pelirojo una lanza le corto todo el hombro.
una sombra que agarro forma de renk atras de el pelirojo.
DRAGON TAIL. la sombra de renk quedo antes de saltar. cuando el pelirrojo concentrado en renk en el cielo dejo su sombra alli. una tacnica que nunca fallaba con oponentes que jamas lo habian visto en batalla.

No me subestimes.

"El ataque anterior..." -pensó instantaneamente al ver el patron de movimientos que poseia el rebelde, sonriendole mientras volvia a usar su tecnica Kasoku, esta vez en si mismo, acelarando a velocidades imposibles de seguir con la vista para un humano comun. de esa manera entrando al castillo por la fuerza, asi intentaba tener una chance de encontrarse con Neil el lider, o de lo contrario limitar el movimiento del feroz enemigo.

que esta pasando aqui?
Neil aparecio al escuchar tanto alboroto afuera.


Neil.. es un criminal de Akihara. apenas estoy limpiando la mugre.

- ¡No soy un criminal! ¡solamente un Desertor!... y te dije que no tengo intenciones de herir a nadie, no son mis enemigos -Aun no habia desenvainado su arma siquiera, tan solo estaba evitando dañar al general, simplemente hubiese empeorado su estado animico actual. - Si usted es Neil, permitame hablar con usted...puede que no me crea por que soy un exiliado de mi pueblo, pero..quiero ayudarlo -susurro al joven sin bajar la guardia de ninguno de los dos.

- M-muchas gracias -Dijo sonriente, sentandose donde le indicaron y aclarando su garganta para hablar. - Veran mi nombre es Fuji Raikomaru...yo soy una quimera, vengo de Akihara donde vivia con mi esposa nina y aunque parezca un jovencito mi edad biologica esta..detenida -menciono presentandose el pelirrojo, observandolos a ambos. - Participe en la guerra contra Ikeburgo y no pude cumplit mi mision a la perfeccion, una parte del plan fallo y desde entonces me han tratado como un delincuente...tras que un asesino le quito la vida al jefe Yamamoto y Leila fue capturada, me enviaron a la prision, donde conoci a un anciano de Saiko. El me conto toda la historia de la aldea y al fugarme de la prision, fue el unico lugar al que pense en acudir por ayuda...no para pedirla si no, en intencion de brindarla. -Fuji tenicamente les conto toda su historia despues de la guerra, explicandoles el como y el por que de su llegada.

- Un hombre no siempre necesitar ganar algo para ayudar a los demas, si uno no ayuda al que lo necesita no podria esperar que lo ayuden...He escuchado que estan conquistando castillo por donde pasan y...me gustaria que se centren mas en la defensa, en establecerse y aumentar la poblacion. -Menciono sonriendo algo serio, expresando sus verdaderos propositos. - Mi sueño es conseguir un lugar pacifico, el mejor lugar donde pueda tener a mi familia y siento que con ustedes podre lograrlo. -se puso nuevamente de pie e hizo una reverencia. - espero no faltarle el respeto pero... ¡solicito un duelo con usted Señor! -Con la mirada en el suelo y un tono firme levanto la voz revelando lentamente sus deseos.

Renk se enojaba cada vez que el pelirrojo hablaba.



tus palabras tienen valor Fuji.. me gustan tus ideologias.. quieres un duelo con migo? para que?

- ¡No quiero faltarle el respeto señor, ha sido sumamente caritativo en esta conversacion y me siento enormemente agradecido con ustes pero...para poder cumplir mis ambiciones necesito convertirme en el lider de Saiko! -la verdad fue dicha, aun en contra de su orgullo era lo necesario para el pelirrojo quien en ese momento se sentia sumamente afligido. "Nina...por ti y por el poder de la justicia, derrotare a cualquier ejercito" -pensó mirando a los ojos del joven de cabellos grisaceos, a quien reto en un duelo honorable sin trampas y sin ningun tipo de artimañias, algo muy raro en esas epocas.

- Quiero crear un pais poderoso, con buenas relaciones en el exterior, que recobre la gloria de su pasado...quiero un pais que sea digno de respeto y admiracion, un lugar pacifico para las futuras generaciones en Saiko... Puede parecer algo tonto pero es lo que en verdad deseo -exclamó mirandolo con una feroz determinacion en la mirada, acompañado de su inbatible voluntad al hablar de sus objetivos.

eso es lo que preciso! por lo que vi que peleastes contra renk no eres nada malo. niño. aunque no lo creas te dejare al mando de los rebeldes para ver lo que haces. pero cualquier mala actitud que tomes. te quitare el puesto. estas en previa me has entendido?

- ... S-señor, si señor! -menciono atonito por la noticia, sonriendo feliz por poder cumplir por fin sus objetivos y los de Saiko. - Considero que deberiamos tener cuidado con Akihara...si bien, no es muy importante mi fuga a los hara no les gustara nada -menciono caminando hacia Renk y extendiendo la mano. - Sera un placer trabajar contigo, llevemonos bien, compañero. -menciono con una tierna sonrisa.

renk con un poco de dudas le estiro la mano al joven.

Neil:
que raro que jinshi ni los otros dos no han vuelto de akihara. me preocupa el tirano.. volteando para fuji.
creo que deberiamos tomar los prisioneros de ikeburgo y akihara para traerlos aqui con su libertad ellos podrian luchar por los rebeldes de saiko

- No estoy muy familiarizado con la zona, pero ¿donde estan cautivos? me interesa firmar una alianza con Akihara...en caso de que hayan asesinado al famoso tirano, nos pueden poner en serios aprietos, ademas conozco gente potencialmente apta para unirsenos -mencionó con gran seriedad, m,irando a los ojos de neil.

akihara no se aliara. despues de haber ayudado a ikeburgo en la guerra akihara odia a saiko. ademas le robamos tierras de akihara la ultima semana. la guerra con akihara es segura.

- Entonces debemos hablar con cada ermitaño, cada exiliado, cada ronin para conseguir fuerza militar. en tamaño nos llevan una victoria enorme...tengo fe, y la fe puede ser un arma poderosa -se levanto y quito el polvo de ropa. - ¿Con cuanto ejercito contamos?

en total tengo 5000 hombres. pero 1000 estan en el castillo kod y otros 1000 en el castillos housenka. 3000 aqui akihara debe tener unos 7000 en total perdio mucho contra la guerra de ikeburgo

Nos superan por el doble...Señor Renk, ¿podria ir a Ikeburgo en busca de aliados? -pregunto amablemente, aun no acostumbrado a ser el lider mientras esperaba pacientemente ideas de una estrategia para que vengan a su cabeza.